Se querían habitaciones que fuesen espacios muy continuos y abiertos, sin apenas particiones. Por ello se abren tanto la zona de lavabo como la de ducha y bañera al resto de la habitación, haciendo la zona de dormir, de descanso y de aseo todo uno. Únicamente quedan el inodoro y bidé en un espacio cerrado y alrededor de él es dónde se disponen el lavabo y la ducha abiertos a la habitación.


Se construye el baño en obra, con la tonalidad natural de los componentes del hormigón.
Al realizarlo en obra da más posibilidades de medidas y de personalización.


La losa de la cubierta se deja vista, por lo que las instalaciones eléctricas van vistas.
El aire se expulsa gracias a un fancoil situado en el falso techo de la parte cerrada del baño, a través de unas rendijas metálicas.
El suelo es de plaquetas de mármol blanco y las paredes están revestidas de yeso.
Una única pared queda revestida de tablas de madera, junto a esta pared se sitúa la cama.
El armario se integra en la habitación, en color blanco, además recoge el espacio de la entrada abriéndose a la habitación una vez que finaliza.
El hueco de la ventana tiene la carpintería metálica en color gris claro y se controla el soleamiento mediante lamas de madera.
Se colocan puntos de luz en el techo y se ilumina también con lámparas de pie.

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